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Qué es una fachada ventilada: funcionamiento y ventajas
Una fachada ventilada es un sistema de cerramiento de edificios que consta de una capa exterior de revestimiento, una cámara de aire y una capa interior que forma parte de la estructura. Este tipo de fachada permite la ventilación y el drenaje naturales, proporcionando numerosas ventajas, como un mejor rendimiento térmico, control de la humedad y eficiencia energética.
En este artículo exploraremos la definición, el funcionamiento, los tipos y las ventajas de utilizar un sistema de fachada ventilada. Así que, vamos a sumergirnos y aprender más sobre esta innovadora solución arquitectónica.
Tabla de contenidos
ToggleDefinición de Fachada Ventilada
Una fachada ventilada es un tipo de sistema de revestimiento de paredes que presenta una capa exterior, una cámara de aire y una capa interior. Esta disposición está diseñada para permitir la circulación entre las capas exterior e interior, estableciendo una cámara ventilada.
La zona exterior suele estar compuesta de cerámica, aluminio, piedra o metal, mientras que la zona interior suele ser de hormigón o mampostería. Esta cámara entre las dos capas de la fachada proporciona aislamiento, disminuyendo la pérdida de calor y moderando la temperatura y la humedad.
Este revestimiento de muros está conectado al muro soporte, que proporciona el soporte estructural para todos los muros.
Uno de los principales beneficios es su capacidad para mejorar la eficiencia energética de un edificio. Al generar una cámara de aire ventilada, el sistema ayuda a reducir la transferencia de calor a través de la pared, lo que puede reducir significativamente la cantidad de energía necesaria para calentar o enfriar el ambiente.
Además, puede ayudar a evitar daños por humedad en la estructura de la construcción, ya que la cámara impide que la humedad se infiltre en la pared. En resumen, una fachada ventilada es un sistema de revestimiento de paredes que proporciona aislamiento y ventilación, al tiempo que mejora su consumo energético y lo protege de los daños por humedad.
Ventajas de instalar una fachada ventilada
Una fachada ventilada proporciona múltiples beneficios en eficiencia energética, sostenibilidad y protección. Al crear un espacio entre el revestimiento exterior y la parte aislante, favorece la circulación del aire y evita la acumulación de calor, con lo que disminuye la necesidad de utilizar aire acondicionado y se reducen los costes de los servicios públicos, al tiempo que se reducen las emisiones de carbono.
Además, el uso de materiales naturales como la pizarra natural puede contribuir a los esfuerzos de sostenibilidad al reducir el uso de materiales sintéticos y estimular el empleo de recursos renovables.
Mayor protección estructural
Por otra parte, una fachada ventilada ofrece salvaguardas contra las condiciones adversas que podrían dañar el edificio. El hueco entre el revestimiento y la capa aislante permite que el agua que se filtra a través de la fachada se disperse, evitando la acumulación de humedad y la probable destrucción de la estructura.
Además, los materiales naturales como la pizarra natural ofrecen protección adicional contra los elementos y la radiación UV, así como un aspecto llamativo e impactante a la fachada del edificio. En definitiva, los beneficios de instalar una fachada ventilada van más allá del consumo energético y pueden ofrecer seguridad y sostenibilidad duraderas a la estructura.
Eficiencia energética
Cuando se trata de eficiencia energética, una fachada ventilada ofrece una ventaja convincente. El espacio entre la fachada y la capa aislante facilita la ventilación natural, ayudando a mantener fresco un edificio en verano sin necesidad de recurrir al aire acondicionado.
Aislante del calor y ruido
En invierno, la capa aislante ayuda a atrapar el calor en el interior, con lo que se reduce la cantidad de calefacción necesaria. Además, este tipo de sistema proporciona una excelente protección contra el ruido exterior, garantizando un buen aislamiento acústico.
Gran durabilidad
La durabilidad es otro de los puntos fuertes de una fachada ventilada. Este sistema evita la acumulación de humedad, que puede dañar el edificio a largo plazo. Además, protege al edificio de los efectos nocivos de los rayos UV y la contaminación, lo que significa que el mantenimiento se reduce al mínimo y se prolonga la vida útil de la construcción.
Versatilidad en el diseño
Al mismo tiempo, permite una mayor versatilidad de diseño. Los arquitectos tienen libertad para crear una gama de aspectos únicos utilizando distintos materiales y acabados. Además, la fachada puede adaptarse a las necesidades específicas de cada edificación, ya sea para reflejar el entorno o para crear una estética determinada.
Estas cualidades hacen que una fachada ventilada sea la opción preferida en la construcción moderna, ya que ofrece cualidades térmicas y acústicas beneficiosas, además de un atractivo estético.
Funcionamiento de una fachada ventilada
Es un sistema que permite que el aire circule a través del revestimiento exterior de una construcción y del aislamiento, formando una cavidad que permite la corriente natural.
Funciona basándose en los principios de convección, con el caliente subiendo y el frío bajando, generando un flujo que ayuda a regular la temperatura y la humedad del edificio.
En consecuencia, está ganando progresivamente popularidad entre arquitectos y constructores debido a su capacidad para disminuir el riesgo de daños por humedad y mejorar el consumo energético de los edificios.
Para garantizar el buen funcionamiento de una fachada ventilada, hay que tener en cuenta algunos elementos, como la elección del material, el diseño de la cavidad y la estrategia de ventilación.
La cavidad debe estar bien ventilada y libre de obstrucciones para permitir la libre circulación del aire, mientras que los materiales de revestimiento deben ser resistentes a la humedad y capaces de tolerar los efectos de la intemperie.
Además, el aislamiento debe elegirse cuidadosamente para garantizar la compatibilidad con los demás elementos y que no interfiera en el proceso de ventilación.
No obstante, es importante tener en cuenta que el funcionamiento de una fachada ventilada requiere un cuidadoso mantenimiento y supervisión para garantizar que el sistema sigue funcionando de forma óptima. Es necesario realizar inspecciones y limpiezas periódicas del revestimiento y la cavidad para evitar la acumulación de residuos y detectar cualquier signo de daños por humedad.
Además, cualquier reparación o alteración debe ser realizada por profesionales certificados para garantizar que no se pone en peligro su integridad.
Tipos de fachadas ventiladas
Sistemas de fachada de doble piel
Son una opción popular cuando se trata de fachadas ventiladas. Compuestas por dos capas de vidrio u otros elementos, la zona exterior protege la construcción del viento y la intemperie, mientras que la interior ofrece aislamiento térmico. Estas fachadas son ideales para estructuras que requieren un alto grado de eficiencia energética, y se utilizan a menudo en diseños arquitectónicos modernos.
Sistema de fachada de casetón
Estos paneles, que constan de paneles individuales fijados a una estructura de soporte, pueden ser de metal, madera, etc., y están disponibles en una gran variedad de formas, tamaños y colores.
Este tipo de fachada no sólo es fácil de instalar y mantener, sino que también permite sustituir fácilmente cualquier panel dañado, lo que la convierte en una opción popular para edificios residenciales y comerciales.
Sistema de fachada de membrana tensada
Es un tercer tipo de fachada ventilada. Aquí, una membrana se estira sobre una estructura de soporte, creando un exterior ligero y flexible. Esta membrana puede fabricarse con PVC, PTFE y otros materiales, y puede imprimirse con diferentes gráficos y colores, lo que la convierte en una gran opción para estructuras con formas irregulares o geometrías complejas; se utiliza a menudo en recintos deportivos y centros de exposiciones.
Sistema de fachada híbrida
Es el cuarto tipo de fachada ventilada. Combina distintos componentes, como fachadas de cassette y fachadas de membrana tensada, para crear un exterior único y personalizado.
Permite la máxima creatividad y flexibilidad en el diseño, por lo que es la opción perfecta para crear un aspecto característico para tu vivienda. Sin embargo, requiere más planificación y coordinación, y puede ser más caro que otros tipos de fachadas.
Conclusión
En conclusión, una fachada ventilada es un sistema de construcción que proporciona numerosos beneficios, como aislamiento térmico, protección acústica y protección frente a las condiciones meteorológicas. Existen varios tipos de fachadas ventiladas, y cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes.
Es importante considerar detenidamente las características de cada tipo antes de decidir cuál es el más adecuado para tu vivienda. En última instancia, la decisión de instalar una fachada ventilada debe basarse en las necesidades específicas de tu proyecto, y en si aceptas o no las políticas y normativas relacionadas con su instalación.
Una fachada ventilada bien diseñada y correctamente instalada es una inversión inteligente que puede mejorar significativamente el confort, la eficiencia energética y el atractivo estético de la construcción.